Viento que no volverá

El aire trancurría de forma tranquila a pesar de que el tiempo corría de manera extraordinaria. Las veletas que giraban en torno al viento estaban inquietas a pesar de la tenue brisa que entraba por los grandes ventanales del destino. Apesumbrado cogí la brisa y me la llevé a pasear por la mar; cuando hablé detenidamente con ella, me explicó el porqué no quería que brotara su fuerza. Ésta me dijo:

- Tengo tanta fuerza que podría acabar con vuestro mundo en poco tiempo, pero ver en primavera el campo florido y con vida, es irreversiblemente bonito, y no sería capaz de echarlo a perder todo: aunque me duela en el alma...

Las estrellas del mar se pararon a escuchar a la brisa y sufriron llantinas de emoción. El viento no volverá hasta que los frutos broten de las semillas del alba: "Gracias, brisa".

Pájaro Maullador

Pájaro que envuelves el lugar,

encandila la luz del hogar.

Tus cánticos se aferran a la verdad,

¿a que sí pajarito, de verdad?

Cuenta las veces que te oí cantar,

como mi gato maulló en ti.

Tu cantar es fundamental,

claro que sí, pajarito, de verdad.

Tarde abrí tu umbral,

para escucharte cantar.

Tu silbido era perfecto,

sin más.

Clavel Enamorado

Sus labios rozaron el infinito,

la paz se fue en vilo.

El oscuro anochecer me aterraba,

aunque el clavel me añoraba.

El baile bajo la luna;

esperaba en ayunas un beso:

Dulce y tierno como la mar,

que mostró sus alas...

y echó a volar.

Halloween Street

Tres brujas malvadas y risueñas

contactaron con un vampiro cruel y gruñón.

La savia dulce de la sangre,

corría por el cielo sin más.

- ¿Momias y esqueletos a volar?

- Ciertamente sí, mucho miedo da.

- No recuerdes al tipo ése de ahí.

- Quizá no te hayas dado cuenta.

- ¿De qué?

- De que es tu reflejo inmortal.

Todo el mundo se volvió para contemplar el crepúsculo,

la luna nueva se postró en tierra ayacente y...

Aquel fue el fin del mundo de los inmortales;

nunca más la luna volvió a salir.

Romance de Don Juan

La tarde caía en penumbra,

el cielo era anaranjado esculpido en escarlata.

El crepúsculo de la noche entraba por su ventana,

Don Juan trajo su ramo y gritó a la luna su amor,

ésta le contestó con lo más hondo de su corazón.

Bailaron bajo las estrellas,

cuando asomaron sus estelas blancas.

El amor fluyó entre sus venas,

su piel cobró vida

y su corazón volvió a latir.

Horrible Crueldad

Tarde llegaron a reanimar la cuestión para vivir, el oscuro salve que anunciaban los ángeles era oscuro y tenebroso. Tan sólo una ocasión de crueldad mató el silencio; los cristales de las ventanas estallaron hasta quedar hechos añicos, el lazo de la puerta del dintel cambió a un purpúreo translúcido difícil de determinar: era nuestro fin. El suelo temblaba y las paredes se desmoronaban, la casa se vino abajo; estaba hambriento, a punto de fallecer... El "trosquilano" de jamón de mi abuelo era mi única salvación. Comí tranquilo, pero un ángel malvado me divisó y me mató. Ya no pude hacer nada más por salvar mi dignidad... Entonces desperté en lo más oscuro del abismo en mi escuálida habitación.

Botánica Silvestre (Dedicado a mi tía Tomasa)

Eres como una flor,
brillas o te marchitas.
Eres como la esperanza,
que espera con ilusión tu regreso.
Eres como la luna,
que desea lo mejor a la noche.
Eres como la paloma,
que canta tus versos favoritos.
Eres como una fuente de ternura,
nunca acaba y siempre dura.
Eres como el eclipse,
cegador pero inolvidable.
Eres una persona;
de corazón sincero y
con ganas de regresar...
(Te echamos de menos)

La mar está tranquila

Batallando entre blasfemias, se hizo la vida al cantar. Golpeando a las olas, atravesó la mar. Cuando el firmamento se aproximó, ya tarde relampagueó. Siete barcos hundidos, allí los guarda su cupido. Una noche de luna llena, para aliviar la tristeza que siento sin tu ayuda. Cuando la mar quedó en calma, de los sauces brotaron lágrimas. Una nitidez de veracidad desigual, se divisaba en el perplejo fondo marino. Fue entonces cuando la luna se eclipsó y la noche llegó sin ti, mi amor...

"Buenos días, Margarita."

Tarde o temprano me verás,

mucho antes de despertar.

Un ángel en la ventana,

muy fiel a tu llamada.

Su fina piel rebosaba alegría,

aunque no la tenía.

Lloraba a los cielos amor

y que no existiera el dolor.

"Buenos días, Margarita."

¿Tú crees en el dolor?

Yo creo que sí,

porque sin ti,

no soy nada, amor.

Dile a tu amiga Azucena y

a tu prima Orquídea;

que se presenten en mi casa,

para hablar de lo que significa para ellas:

el dolor, mi amor.

Puede que no lo sepan,

puede que se equivoquen,

puede que no te apoyen,

pero con la ayuda del ángel

que ha caído del firmamento:

lograrás lo que te propongas...

¿De acuerdo, Margarita?